domingo, 27 de febrero de 2011

BIAS: ¿y eso qué és?

Introducción

¡Ah!, los amplificadores a válvulas son maravillosos, suenan fantásticos... hasta que las válvulas dejan de funcionar bien. Las operaciones de substitución de las válvulas del previo son sencillas: se apaga el amplificador, se cambia la válvula en cuestión, se vuelve a encender y todo funciona de maravilla.
Las operaciones de substitución de válvulas de potencia pueden complicarse algo más. La complicación empieza cuando tu amplificador requiere retocar el bias, tras substituir las válvulas.
¿Pero bias no fabricaba brandy?. Mmm...
Vale, ha llegado el momento de aclarar que es el bias (desde un punto de vista guitarrero y poco electrónico) y en que consiste el ajustar el bias en las válvulas de potencia.


El triodo

El triodo es un dispositivo electrónico con tres patas conductoras (triodo, significa 3 caminos, derivado del Griego).
Una de las patas se conecta al polo negativo (cátodo o emisor) y otra de las patas al polo positivo (ánodo, colector, placa o plate, en inglés).
Al calentarse el cátodo, libera los electrones de los que está cargado. Estos electrones negativos, se mueven dentro del vacío de la válvula hacia el ánodo que, al estar fuertemente cargado positivamente, los atrae.
Mientras tuvieramos el cátodo caliente, sin ningún otro elemento regulador, tendríamos un haz de electrones viajando de forma constante entre el cátodo y el ánodo. Pero el triodo es una válvula electrónica y, análogamente a como un grifo regula el flujo del agua, el triodo necesita un tercer elemento para regular el flujo de electrones.
Nuestra tercera pata es la rejilla de control. La rejilla se coloca entre el cátodo y el ánodo y se carga con la misma polaridad que el cátodo.
Cuando está en plena carga, como tanto la rejilla como el cátodo tienen la misma polaridad y voltaje, cualquier electrón emitido por la placa es automáticamente repelido por la rejilla, volviendo a la placa.
A medida que va disminuyendo el nivel de carga de la rejilla, el ánodo (positivo) es capaz de atraer parte de los electrones que no es capaz de repeler la rejilla y, evidentemente, si no hay corriente en la rejilla, todos los electrones emitidos por la placa son atraidos al ánodo.

En el amplificador de guitarra, los triodos son válvulas electrónicas empleadas para amplificar una señal.
El cátodo o emisor, mantiene un bajo voltaje negativo, mientras que el ánodo o colector, tiene un alto voltaje positivo (para poder atraer los electrones liberados).
En el caso que nos ocupa (los amplificadores de guitarra) la señal, tras atravesar las válvulas del previo y el inversor de fase, entran en la válvula de potencia a través de la rejilla. Es decir, a medida que tocamos, la rejilla va variando su voltaje inversamente, de forma que el tamaño e intensidad del haz de electrones entre el cátodo y el ánodo varía.

Los triodos se implementan en electrónica: con componentes de estado sólido, como transistores y; también en forma de tubos de vacío, conocidos como tubos o válvulas electrónicas.

Un transistor requiere tan solo las 3 patas vistas arriba para funcionar, aunque sus nombres cambian: colector = ánodo, emisor = cátodo o placa, base = rejilla de control.
Una válvula requiere como mínimo de 5 patas: las tres descritas arriba y 2 patas más utilizadas para el filamento. El filamento es un trozo de hilo que se calienta al aplicarle una corriente, de forma análoga a cómo los filamentos de las bombillas se calientan. El filamento calienta el cátodo a altas temperaturas. Sin filamento no hay emisión de electrones (no hay sonido).
Por tanto, la válvula de tubo más básica tendrá las siguientes patas:

  • Cátodo o emisor (cargado negativamente, emisor de electrones bajo calentamiento)
  • Ánodo o placa o colector (fuertemente cargado positivo, atrae los electrones liberados por el cátodo)
  • Rejilla de control o base (regula el flujo de electrones y, está conectado a la señal a amplificar)
  • Positivo del filamento (para calentar la placa)
  • Negativo del filamento (para calentar la placa)


BIAS

Se define como Bias a la cantidad de voltaje negativo aplicado a la rejilla de un tubo, con respecto a su cátodo o, a la intensidad de la corriente que emana el tubo (en el ánodo) cuando no hay corriente en la rejilla.

Un amplificador que opera en clase A inyectará la señal de entrada (pre-amplificada) en la válvula de potencia a través de la rejilla de control en todo su ciclo. Puesto que la señal de entrada es sinoidal, mostrará picos positivos y negativos o, más bien, la mitad de la curva en positivo y la mitad de la curva en negativo.
El bias marca el punto intermedio (o cero de la onda sinoidal), de forma que toda la señal que entra por la rejilla pueda ser amplificada sin recortes en ninguno de sus picos.
Si nos desviamos de las especificaciones bias de fábrica, lo que obtenemos es un recorte (interrupción del sonido) o por abajo o por arriba (según estemos bajo o sobre el bias de fábrica) de alguna de las fases (o negativa o positiva).

En un amplificador operando en clase AB, el inversor de fase (o driver), separa las fases de la señal y envía cada una, por separado a una válvula (o grupo) de potencia. A grosso modo, la mitad de la onda (positiva) es enviada a una válvula y, la otra mitad (negativa) a otra válvula. Al gestionar solo la mitad de la onda, existe más margen para la amplificación de esa sola mitad.
Al trabajar con solo la mitad de la señal, el margen hasta el recorte es mucho mayor, así como el rango de amplificación posible. Sin embargo, el bias tiene mucha importancia sobre la distorsión crossover.

La distorsión crossover se produce cuando en el ciclo push/pull del amplificador, una válvula deja de trabajar sobre su parte de la onda (positiva, por ejemplo) para darle paso a la válvula que maneja la otra parte de la onda (negativa, por ejemplo).
Durante este periodo de transferencia, un bias incorrecto produce distorsión en la onda final resultante (la suma de la producida por ambas válvulas) en los puntos cercanos a cero (donde se produce el relevo de una a otra válvula).
De nuevo, un alejamiento del bias correcto, incrementará el nivel de distorsión crossover.

Aparte de la fidelidad en la amplificación de la señal sonora original, existen muchos otros aspectos técnicos donde influye el bias. Digamos que el bias representa el punto justo donde la válvula opera con una temperatura óptima, para amplificar de forma óptima la señal con un nivel de distorsión óptimo.
 
 
Cathode Biasing

La gran mayoría de amplificadores de baja potencia (hasta 20 ó 30 W) que están usando válvulas de potencia tipo EL84, utilizan el método Cathode Biasing.
En este método el bias se genera por la caída en voltaje a través de una resistencia directamente conectada al cátodo.
La rejilla se referencia a tierra, a través de una resistencia de valor fijo y, la corriente que fluye a través de la resistencia del cátodo produce un voltaje positivo en el cátodo, con respecto a la rejilla. Lo que, en esencia, equivale a hacer la rejilla negativa respecto al cátodo (también negativo).

Los amplificadores que montan válvulas de potencia con Cathode Biasing, no necesitan ajustar el bias al cambiar las válvulas de potencia. Por decirlo de alguna forma, autoajustan el bias automáticamente.
Son generalmente menos eficientes pero, mucho más cómodos, ya que no requieren intervención de un técnico que ajuste el bias correctamente.

Mi Vox Night Train (15W) y mi Koch Studiotone (20W), ambos con válvulas de potencia EL84, son Cathode Biasing y, por tanto, puedo cambiar las válvulas de potencia en cualquier momento. Lo que hace muy fácil probar modelos de distintos fabricantes.
Se apaga el amplificador, se cambia la válvula, se enciende el amplficador y... ¡a tocar!.


Fixed Biasing

La gran mayoría de amplificadores de mayor potencia y, generalmente, los que montan válvulas tipo EL34, 6L6, 6V6, KT66 y KT88 suelen utilizar el método de fixed biasing.
Mediante este método, se establece el bias usando un voltaje CD (corriente continua, pila, batería) negativo en la rejilla con respecto al cátodo.
Este nombre puede resultar confuso porque, el amplificador puede tener un potenciómetro variable (trim pot) que debe ser ajustado, lo que parece contrario a "fijo". Se denomina así por diferenciarlo del método Cathode Biasing y, lo que se cambia es el valor de la resistencia tras cada cambio de válvula de potencia, a partir de ahí y, hasta el próximo cambio, ese valor es "fijo".


Valores objetivo del bias

Puesto que solo tenemos que pelearnos con amplificadores "fixed-biasing", vamos a ver qué valores de bias nos ofrece el fabricante.
El fabricante puede expresarnos el valor de fábrica del bias de dos formas distintas:
  • En amperios (por ejemplo: 19 mA)
  • En voltios (por ejemplo: -63V)
Si nos dan el valor en amperios, se refieren a la intensidad de la corriente leida en el ánodo o placa, cuando el amplificador está en standby (sin sonido). Es tambien conocida con iddle current o plate disipation, en inglés y, corresponde a la intensidad del flujo de electrones que está circulando del cátodo al ánodo cuando no hay señal de entrada (la rejilla está plenamente cargada, impidiendo que el ánodo atraiga electrones del cátodo).

Si nos dan el valor en voltios, pueden referirse al voltaje que debe tener la rejilla cuando no hay señal de entrada, a la salida del trim-pot.

Por tanto, los puntos de medición del bias en los amplificadores pueden ser distintos: antes del tubo, en el pin de la rejilla, leemos voltaje; después del tubo, en el pin del ánodo o placa leemos amperaje, generalmente.
Es importante conocer dónde están midiendo nuestros aparatos y, a qué medición se refiere el fabricante cuando nos indica el bias.


Procedimiento de regulación del bias

La ley de Ohm, que relaciona las distintas magnitudes que identifican un circuito, sigue la fórmula:

R = V / I

Es decir, el valor de la resistencia del circuito, es el valor de su voltaje (diferencia de potencial eléctrico) dividido entre la intensidad de la corriente.
Por tanto, un aumento en el valor de la resistencia en ohmnios supone un aumento del voltaje y/o una disminución en la intensidad y, una disminución de la resistencia supondrá una disminución del voltaje y/o un aumento en la intensidad.

El potenciómetro de ajuste del bias es una resistencia que puede tomar diferentes valores (por decir algo, desde 600 Ohms hasta 1 MOhm), cada cambio en el ajuste de dicho potenciómetro variable repercute en la intensidad y voltaje medido tras la resistencia.

Cada vez más frecuentemente, los fabricantes están proporcionando puntos de ajuste del bias en el chasis del amplificador y en la "zona noble" (donde están las válvulas), quedando ocultas las partes peligrosas del circuito, donde se mantienen elevados voltajes e intensidades que pueden matar si se tocan accidentalmente. Los condensadores electrolíticos mantienen sus altas cargas durante mucho tiempo después de haber desconectado el amplificador y, por tanto, un contacto accidental puede ser mortal.
ES ALTAMENTE RECOMENDABLE QUE EL AJUSTE DEL BIAS LO LLEVE A CABO UN TÉCNICO CUALIFICADO, POR EL ALTO RIESGO DE MUERTE ACCIDENTAL.

Los puntos de medición del bias pueden haberse derivado del pin de la rejilla (voltaje) o del pin del ánodo (amperaje), es algo que hay que aclarar con el fabricante.

Para ajustar el bias, necesitaremos: primero localizar los puntos de medición proporcionados por el fabricante, después conocer el valor objetivo (en voltios o amperios), tercero identificar el potenciómetro de ajuste. Como herramientas, necesitaremos un destornillador de punta plana (para mover el tornillo de ajuste del potenciómetro) y, un multímetro, que nos permita realizar lecturas de amperaje y/o voltaje en los puntos de medición.

El procedimiento es sencillo (a la par que peligroso, tal y como hemos advertido). Se lee el voltaje o amperaje que está ofreciendo el tubo o pareja de tubos en ese momento y, se mueve el potenciómetro en uno u otro sentido, delicadamente, hasta obtener la lectura del valor bias objetivo.

Los amplificadores que no cuentan con puntos de medición de bias son los más peligrosos, puesto que requieren realizar mediciones en la "parte baja" del circuito, es decir, donde están los elementos realmente letales y cuyo contacto accidental puede provocar nuestra muerte y, si sobrevivimos, la muerte del amplficador.

Para evitar estos peligros, existen herramientas más seguras de medición, como el BiasMaster de T.A.D., que consisten en colocal un zocalo medidor entre el zócalo del amplfiicador y la nueva válvula, midiendo directamente las magnitudes necesarias (voltaje y/o amperaje) para cada válvula independientemente.
Si el potenciómetro de ajuste sigue en la "zona baja", el riesgo continua de todas formas pero, al menos, seremos capaces de ajustar el bias tanto si nos dan el valor en voltios como en amperios, sin tener que puentear las partes del circuito en la zona peligrosa.


Doble triodos, Pentodos, etc

Hemos visto que el tubo más básico (el triodo) requiere cinco patas para funcionar, sin embargo, la mayoría de los tubos empleados en amplificadores tienen más de 5 patas.
En pre-amplificación, nos encontramos con tubos de 9 pines (12AX7 y familia) y, en potencia, de 8 y 9 pines. ¿Les sobran patas?.

La verdad es que casi todos los tubos de la etapa de pre-amplificación (12AX7 y familia) de un amplificador de guitarra tienen DOS triodos independientes dentro del tubo y, así le crecen las patas:

  • cátodo 1
  • ánodo 1
  • rejilla 1
  • cátodo 2
  • ánodo 2
  • rejilla 2
  • positivo filamento 1
  • positivo filamento 2
  • negativo común filamentos
Y ya tenemos las 9 patas.

Los tubos de potencia son, generalmente pentodos y, su número de patas crece según la cantidad de rejillas de control que incorporan. Cada nueva rejilla que se incorpora al tubo tiene una función determinada e intenta solventar alguno de los problemas derivados de la propia naturaleza de las válvulas electrónicas de tubo.
Por ejemplo, se incorporó una segunda rejilla (screen), llamada pantalla, para evitar ciertos problemas derivados de su comportamiento como condensador parasitario, pasando el triodo a convertirse en un tetraodo.
La inclusión de la pantalla, añadió un segundo problema: las emisíones secundarias. Así que se añadió una tercera rejilla de control para controlar las emisiones secundarias. Pasando el tetraodo a convertirse en un Pentodo.
La mayoría de tubos de potencia montados en los amplificadores de guitarra son Pentodos.
Algunos amplificadores vienen con un interruptor que permite utilizar el triodo básico del pentodo, como una forma de bajar la potencia de amplfiicación de dichos tubos (como el caso del Vox Night Train, que viene con un interruptor para cambiar entre Pentodo / Triodo).



Standby del amplificador

¿Por qué ponemos el amplficador en standby unos minutos antes de tocar?.
Igual que los motores diesel requieren que se caliente el filamento que ayuda a provocar la combustión del gasoil, las válvulas necesitan que su cátodo se caliente (mediante los filamentos), para que se establezca el flujo inicial de electrones (nivel de bias en iddle current).
Si esperamos a que esto ocurra, el circuito queda regulado establemente. Si no esperamos a que esto ocurra, al no darse las condiciones de control adecuadas del flujo de electrones, acabamos con la vida de la válvula mucho más rápidamente.


Conjuntos pareados de válvulas (matched sets)

Para amplificadores que siguen el método de fixed-biasing, es una buena idea comprar más válvulas idénticas de las que el amplficador necesitará. ¿Por qué?.
Los matched sets, son conjuntos de válvula que presentan el mismo valor, o muy aproximado, en las distintas variables que se controlan: TC (transconductancia), PC (corriente en placa), etc.
Si nuestro amplificador tiene 2 valvulas de potencia y compramos 4, 6 u 8 válvulas en un conjunto pareado (con las mismas características) entonces, necesitaremos ajustar el bias tan solo para el primer par de válvulas de ese conjunto.
Como el resto de válvulas son idénticas (o casi), los ajustes para el primer par nos servirán para el resto de pares del conjunto y, por tanto, una vez substituyamos el primer par para el que hemos hecho el bias, podremos poner un par nuevo y, enchufar el amplificador sin tener que pelearnos con los ajustes del bias.

domingo, 13 de febrero de 2011

Prueba PA: Yamaha Stagepas 300

Introducción

 Tocar con pistas de acompañamiento me resulta interesante por varias razones. Por un lado, evito el aburrimiento de ponerme a tocar la guitarra sin ningún sentido, por otro lado, me ayuda a "acoplarme" al grupo de "músicos virtuales". También, me permite volcar mis mezclas sin la guitarra en MP3 y reproducirlas para tocar encima.
En definitiva, es una herramienta básica para mi aprendizaje y desarrollo como guitarrista, a falta de un grupo real, con músicos reales con los que pueda compartir experiencias y experimentos.

Utilizo un reproductor MP3 (Sony Walkman) para guardar y reproducir las pistas de acompañamiento y, hasta hace bien poco, utilicé una cadena Hi-Fi para reproducir el Walkman a través de su entrada de línea auxiliar.

El problema básico de las cadenas Hi-Fi típicas domésticas es su falta de potencia, cuando intentamos tocar con un amplificador de guitarra encima. He probado con cadenas de 150W por canal y se quedan muy cortas. El motivo tal vez sea la eficiencia de los altavoces. Los altavoces de los amplificadores de guitarra tienen una gran capacidad de mover aire, algo que no puedes lograr con los pequeños altavoces de las cadenas Hi-Fi típicas.

Durante un cierto tiempo, he ido a ensayar a Bandasonora y, en sus locales había equipos PA baratos que, si bien se quedaban algo cortos, tenían más potencia que los equipos Hi-Fi que he probado. En parte, supongo, debido a que el tamaño de los altavoces es mayor y, posiblemente, son más eficientes que los Hi-Fi.
Así que, me dediqué a buscar una solución económica, no exagerada, que me permitiera disfrutar mejor de las pistas de acompañamiento.

He valorado varias soluciones. Peavey era un buen candidato, ya que es un excelente constructor de amplificadores de guitarra. Los productos de Yamaha siempre han tenido una calidad "suficiente", los suele haber mejores pero, por el precio, son siempre buenos. Luego estaban otras soluciones como T.Racks (la marca blanca de Thomann) o Behringer, con las que se podían conseguir más watios a menos precio.

Mi propia experiencia con los equipos PA de Behringer en Bandasonora, me hicieron huir de la idea. Ok, moriré en Behringer si no encuentro una solución aceptable por el mismo precio pero, si puedo, la evito.
Los equipos de T.Racks me llamaron bastante la atención pero, al final, o estaban muy por debajo o muy por encima de la potencia que iba buscando (un tanto equivocadamente).
Peavey se quedaba corto en potencia y, Yamaha parecía tener la potencia necesaria y, mi fé en sus productos (todo lo que he probado de Yamaha, incluídas guitarras, me ha impresionado gratamente, especialmente por su precio), así que acabé decidiéndome por el Yamaha Stagepas 300, comprando adicionalmente, un par de soportes para los altavoces y un adaptador Stagepas para los soportes.


Presentación

El equipo viene todo empaquetado en una caja de considerables dimensiones, bien embalado y protegido contra los golpes.
Una de las cosas que sorprende es que abres la caja y solo ves dos altavoces... hmmm... ¿dónde está el amplificador?.
Resulta que ambos altavoces tienen un rebaje en su parte posterior, formando una caja. En uno de los altavoces se guarda, perfectamente integrado el amplificador.
El hueco del otro altavoz (con su tapa correspondiente), tiene espacio suficiente para guardar los cables de los altavoces e incluso algún que otro micrófono. Por tanto, constituye un equipo altamente portable y que ocupa el espacio que ocupan ambos altavoces, una vez guardado.
Las asas superiores de los altavoces facilitan su transporte, resultando muy cómodo mover "todo el equipo" y, muy fácil y rápido su despliegue y montaje.

El kit incluye un par de cables de altavoz, con conectores jack mono de unos 3 metros de longitud. Lo que se hace un tanto corto para un equipo PA (ve pensando en comprar cables de longitud adecuada a tus necesidades). No admite otro tipo de cable de altavoz.

El mezclador-amplificador, dispone de 4 canales mono y 2 canales estéreo.  Los canales mono admiten entradas de micrófono o línea/instrumento (mediante un interruptor pulsador) y, se les puede añadir un envío a un efecto de reverberación, cuyo nivel es único para todos los canales.
Ecualizador de 2 bandas (agudos y graves) en todos los canales.
Tiene salida para altavoces pasivos (los que vienen con el kit), para altavoces activos y, para línea. El nivel de salida de los pasivos se controla con el botón Master, mientras que el de las otras dos salidas se regula con el botón Monitor.
Un botón speech/music permite cambiar el modo de funcionamiento del amplificador entre voz y música.

Fabricado en China (como casi todo hoy en día), tiene un acabado excelente y, todo parece sólido, duradero y de calidad.


¿Cómo suena?

No me cabe ninguna duda, el sonido es EXCELENTE. Todas las frecuencias están bien representadas y, aunque teóricamente debiera de representar pobremente los bajos (según el rango de frecuencias nominal en la descripción técnica), resulta tener una espectacular patada en bajos.
Comparado con mis recuerdos de como suena un Behringer, no hay color. Los Behringer que he probado suenan a caja de zapatos, mientras que el sonido de este Yamaha Stagepas 300 representa con mucha calidad las frecuencias (incluso, las que teóricamente no es capaz de representar).


¿Cómo peta?

Amigo Sancho, con la Iglesia hemos topado.
150W por canal parece mucho watio, teniendo en cuenta que el amplificador de guitarra más potente que tengo "sólo" ofrece 50W.
Pero, como siempre, los watios no nos cuentan toda la historia. Lo que siempre importa al final es la eficiencia de los altavoces y, aunque éstos, nominalmente son capaces de dar 112 dB a 1 m, está claro que el amplificador-mezclador no puede alimentarlos con suficiente chicha.

Como la mayoría de estos mezcladores-amplificadores, tiene un display con leds con el nivel de salida y, claro, como en todos los equipos de transistores, el mantener el nivel de salida constantemente en la zona roja acaba "friendo" el amplificador.
Tanto los niveles de los canales con el Master, tienen una marca en su dial (cerca de al 75% de su recorrido) que indica su posición más adecuada.
Posiblemente, el amplficador funcione de maravilla a esos niveles, sin saturación ni clipping interno pero, a esos niveles, la PA no hace nada que no pueda hacer una minicadena Hi-Fi (vale, mueve más aire y representa mejor los bajos, poco más).

En la práctica, he situado el nivel del canal a tope y, el Master, pasada la "raya", controlando que el indicador de clipping no destelle contínuamente. Eso me da un nivel aceptable, tal vez para tocar con un amplificador de transistores, donde puedo regular bien el volumen sin perder la calidad del sonido (bueno, la calidad de transistores, claro).

Este equipo PA no es capaz de callarle la boca ni al más pequeño de mis amplificadores. El Vox Night Train, con su 15W valvulares y un altavoz simple de 12" se come a la PA con patatas, aún a niveles muy bajos.
El master de la PA se puede subir más pero... empieza el clipping permanente que, aunque no parece afectar gravemente a la calidad del sonido, puede freir el amplificador-mezclador.


Conclusión

Es un equipo que NO sirve para una situación de grupo. No veo este equipo con capacidad para competir contra un bajo, una batería ni una guitarra. Puede servir para dar pequeñas conferencias, a un grupo muy pequeño de gente y en espacios pequeños.
Puede ser excelente para montar una fiesta con los amigos y escuchar la música mientras bailas, bebes y no conduces. Podría incluso servir para tocar en casa, siempre y cuando tu amplificador fuera de pocos watios (preferentemente, de transistores) pero, si tu pasión son las válvulas, el equipo se queda corto.

En cuanto a calidad de acabados y sonido, excelente por el precio.
En cuanto a transportabilidad, excelente. Un sistema muy bien pensado, cómodo y resultón.
En cuanto a potencia, muy limitado y, casi cercano a una cadena Hi-Fi.

Está claro que 150W de transistores por canal son muy POCOS watios para competir contra 15W valvulares. Estoy empezando a sospechar que, para ir bien, harían falta de 300 a 500W por canal para poder poner los amplificadores a un volumen razonable donde se respetara el sonido valvular.

En fín, de momento, es posible que intente acallar mis amplificadores con el TAD Silencer.

martes, 1 de febrero de 2011

Primacoustic London 12A Studio Kit: ¿toma el control de tu habitación?

Introducción

Sigo intentando mejorar la acústica de mi ¿sala de control?. He comprobado con horror como una mezcla que suena bien escuchada por los monitores se convierte en un archivo MP3 realmente malo. He probado corregir los problemas de ecualización primero con una solución software: IK Multimedia ARC.

ARC ayuda bastante pero, presenta un sonido muy "lavado" y, aunque ayuda a corregir las deficiencias modales de la sala, no ayuda en otros problemas típicos derivados del exceso de reflexiones cercanas (fluttering echo, filtro peine, por ejemplo), como he podido comprobar tras grabar la voz con un Rode NT2-A.

En las pruebas de grabación de la voz se han creado reflexiones que han "doblado" algunas palabras, con un desfase temporal inadecuado, quedando el resultado borroso. Aunque no se ha visto afectada toda la pista, hay trozos que presentan problemas claramente derivados de las reflexiones cercanas.

El filtro T.Bone Micscreen no parece ayudar demasiado a proteger de las reflexiones al sensible micrófono de membrana grande.

En esta situación, me he visto empujado a ir un paso más allá: tratar la habitación acústicamente; algo que he evitado por dos motivos fundamentales: el elevado coste y su "alteración estética".

¿Por dónde empezar cuando no se tienen conocimientos técnicos suficientes?.
Me ha parecido una idea aceptable el intentar resolver los problemas de la habitación mediante la compra de uno de esos kits para pequeños home studios.

Después de bucear en muchos foros, parece que nadie aboga por esta solución. De entre los que la "soportan", casi todos coinciden en que una solución a base de espuma de alta densidad NO soluciona nada y, además, tiene problemas de durabilidad (al parecer, la luz solar y otros agentes atacan a la espuma, que acaba deshaciéndose, con el consiguiente impacto negativo en el look de tu estudio.
Como mal menor, se aceptan las soluciones no basadas en espuma de alta densidad.

Después de ver las distintas ofertas de este tipo, me pareció como la mejor opción Primacoustic London 12A Studio Kit. En primer lugar, los paneles eran de fibra de vidrio (en vez de espuma) y, en segundo lugar, parecía venir con un sistema de anclaje de los paneles totalmente reversible. Puesto que esta no es mi casa definitiva, me interesaba una solución que se pudiera instalar, desistalar y trasladar a otro entorno.
Rompiendo otra vez el crédito de la tarjetita, he comprado el kit y, aquí dejo mi experiencia.


Presentación


Todo el kit viene empaquetado en una caja de considerables dimensiones, marcadas por los dos paneles de "control de bajos".  Viene bien empaquetado e incluye 100 tacos y 100 tornillos para sujetar los anclajes de los paneles e incluye también una broca (cosa curiosa). Finalmente, todos los anclajes de los paneles vienen también incluídos en el pack.

Un bonito tríptico de propaganda (en inglés) sobre sus maravillos productos y, ni un puñetero manual que ayude a adivinar "cómo me la maravillaría yo". Por suerte, en su web, existe una guía de instalación (en inglés, también) perfectamente clara y fácil de seguir, además de algún video demostrativo (también en inglés), con lo que la tarea de planificar la instalación se hace más evidente.


Los paneles

Lo primero que hice fué curiosear los paneles... ¿de qué están hechos?, ¿cómo están construidos?, ¿qué tienen de especial?.
Primera decepción. Los paneles son placas de lana de fibra de vidrio compactadas, que han sido recubiertas por algún tipo de barniz (resina epoxi, supongo), para evitar que la lana se desmelene y, cubriéndolo todo, una tela (según la propaganda, acústicamente neutra), pegada a su parte posterior.
Una cosa curiosa, el producto dice que los paneles están fabricados en China, mientras que el ensamblado se ha hecho en Canadá. ¿Qué hacen los Canadienses que no puedan hacer bien los Chinos, en algo tan simple?. Sospecho que esta es la escusa barata para elevar excesivamente el precio de un conjunto de paneles de lana de fibra de vidrio muy por encima de su valor de coste.
Vamos, que he visto que el metro cuadrado de fibra de vidrio en el Brico Depot va a unos 2 Euros.

Las 8 "columnas de control" son, aproximadamente, unos 3 metros cuadrados.
Las 2 "columnas anchas" son, aproximadamente, unos 1,5 metros cuadrados.
Las 12 "baldosas" son, aproximadamente, unos 1,1 metros cuadrados.

¡¡¡En total, unos 5,6 metros cuadrados que, a 2 Euros, son 11,2 Euros!!!

Vale, están los anclajes en acero, troquelados.
En total hay 28 para los paneles "normales" y 8 especiales para los paneles esquinados.
Primacoustic vende 24 broadway impalers al precio de 46 Euros. Venga, vamos a comprar 2 packs de 24 para tener los 28 necesarios: son 92 Euros.
Los 8 impalers para los esquineros se venden por 69 euros.

Sumando todo, vamos por 172,2 Euros.

Pongamos una tela adecuada, a unos 5 Euros el metro y, que necesitemos 3 veces los metros lineales de los paneles, es decir unos 18 metros, por 5 Euros... 90 Euros.
Vale, ya llevamos 262,2 Euros.

En definitiva, que sumando los tacos, tornillos, el barniz epoxi, la cola para pegar la tela al panel, etc, que por unos 300 Euros, si eres un manitas, te los haces tú mismo y, además, le colocas la tela que te da la gana que, al fin y al cabo, van a decorar o estropear la imagen de tu estudio.

Si lo hubieran fabricado totalmente en China, puesto que el precio de la mano de obra es despreciable y, envían toneladas de material (con lo que los costes de envío bajan considerablemente), a lo mejor teníamos un producto terminado por 400 Euros.
Hasta los 722 que cuesta... pues eso... ¡que me lo expliquen!.

Si bien, el aspecto de los paneles es resultón, su olor es sumamente desagradable. Digo yo que, por el precio, podrían haber incluído alguna esencia de esos perfumes que tanto gustan a los asiáticos.


La Instalación

Bueno, he de reconocer que, aunque lleva su tiempo, es bastante fácil pero... ¿hace falta complicarse tanto la vida?.
He sopesado en la mano los paneles e, incluso los más grandes, son muy livianos, fáciles de manejar con una sola mano.
El sistema de anclaje consiste en colocar 1 "impaler" para las piezas cuadradas pequeñas, 2 "impalers" para las columnas de "control" y 4 impalers especiales para las piezas esquineras.
Los impalers normales se montan con 2 tornillos y, los esquineros requieren 4 (aunque yo los he instalado con dos tornillos en diagonal, que ya está bien la broma, hombre).

Los tornillos y tacos son del 6 que, sinceramente, están sobredimensionados para el peso de los paneles.
Si te pones a sumar, 8 columnas de control requieren (2 x 2 x 8 = 32 tornillos), 2 columnas esquineras (2 x 4 x 4 = 16 tornillos) y 12 paneles cuadrados (12 x 2 = 24 tornillos). En total, 72 tornillos. ¡¡¡72 agujeritos en la pared!!!.

En mi humilde opinión, TODOS los paneles, excepto los esquineros, podrían colocarse sin temor alguno a que cayeran, utilizando una cantidad adecuada de cinta velcro, lo que reduciría el tiempo de instalación a algo realmente irrisorio. Los únicos paneles que, posiblemente, necesiten los anclajes especiales son los esquineros, el resto, con velcro industrial van sobrados.

Pero, si quieres seguir la instalación recomendada, pues eso, paciencia.
Yo he creado 3 líneas rectas utilizando 6 chinchetas y un hilo, que me daban: el nivel superior de ajuste de los paneles, la posición del impaler superior y la posición del impaler inferior.

¿Y, una vez montado, qué tal queda?.

He de reconocer que le da un aspecto de estudio "profesional" a la habitación. Los paneles están bien acabados y, la tela elegida tiene un color neutro que encaja muy bien en el entorno, no desentonando nada.
Eso sí, me he quedado sin pósters.


De la teoría a la práctica

¿Estudio LEDE?

Dos son las ideas básicas que "sustentan" la bondad de este kit: el equilibrio estéreo y la creación de un espacio LEDE.

¿Qué narices es un espacio LEDE?.
LEDE significa Live End / Dead End (o sea, Parte Viva / Parte Muerta).
El concepto se basa en dividir la habitación en dos zonas de igual tamaño, una zona viva (con reflexiones y su canesú) y una zona muerta (donde no se acepta más rebote que los que pilla el ingeniero de sonido).
La mayoría del kit debería ser instalado en la parte muerta (alrededor del punto de escucha), para "matar" las reflexiones cercanas, que son muy malas, malísimas, vaya.
En la parte viva, básicamente se instalarían los paneles cuadrados para ayudar a la difusión del sonido.

Todo esto es muy bonito pero, a ver dónde tiene cada uno su estudio casero y, qué formas, puertas, ventanas, librerías, armarios, radiadores y demás juguetitos malignos tiene la puñetera habitación.
O sea, que en mi caso, he hecho lo que me ha permitido el espacio y, aunque entiendo la teoría que hay detrás, he preferido "meter toda la carne" en los laterales y parte posterior del centro de escucha porque, delante, ni la ventana ni el radiador ni las dos puñeteras puertas me dejan espacio para virguerías.

Así que no sé si ha quedado muy LEDE la cosa pero, mi mujer dice que ha quedado la LECHE.


Muy bonito, pero... ¿funciona o qué?

Después de la paliza del montaje, se hizo demasiado tarde como para poder probar mi "nuevo" estudio como era menester. Eso y, la mosca detrás de la oreja, con auténtico terror a probar y descubrir que me habían soplado un dinero que voy a tardar meses en devolver por un montón de basura de obra reciclada.

Aún tardé un día más en hacer la prueba. Lleno de terror, enciendo la tarjeta, los monitores y cargo la pieza en la que estaba trabajando justo antes de meterme en todo este fregado.

Hummm... ha desaparecido gran parte del "boom-boom" molesto y, es más fácil trabajar con las reverberaciones ahora. Mezclo con los monitores y hago un "bounce" de la mezcla, convertida a MP3.
¡Vaya!, por primera vez se parece bastante el sonido del MP3 al sonido que he conseguido a través de los monitores. La mezcla sigue presentando problemas pero, por primerísima vez, se ha trasladado sin que los medios se hinchen como globos y sin que los bajos me dejen la cabeza como un bombo.
¿Efecto placebo?.

Mi analítico cerebro coge las riendas de mi corazón desbocado y, el diablillo de la izquierda me comenta: "oye, que lo mismo QUIERES escuchar una mejora porque te ha costado un huevo y parte del otro. Coge el micrófono del ARC y comprueba si se han corregido los problemas de ecualización".

Me espero un día más para hacer la prueba con el ARC, no vaya a ser que me den arcadas.
Monto el micro, lanzo la aplicación y me dedico a tomar 24 muestras en el punto de escucha y alrededores (lo que incluye el sofá donde holgazanea la perra, cuando mezclo con cascos, claro).

Aquí los dos gráficos (¡Ay, que me da la risa tonta!):

Primero, tal y como estaba antes de intentar curar las pupitas con el kit de Primacoustic:


Y, este el gráfico después del "tratamiento":


Comparando ambos gráficos, no sé si ponerme el sombrero con las orejas de burro o hacerme el hara-kiri.
En la parte derecha se nota un aumento del rango de frecuencias medio-bajas, respecto a la situación anterior y, ésto, señores, se debe a que HE CENTRADO la mesa, buscando el balance estéreo y, por eso, ahora tengo problemas muy similares (muy balanceado, si señor) en ambos lados.
No solo eso sino que los picos ya existentes antes del tratamiento, en la región entre los 100 y 200 Hz parece haberse incrementado. Las líneas naranjas corresponden al desvío de la curva objetivo (respuesta plana, en verde), según las mediciones de ARC. Las líneas blancas corresponden a la curva que consigue ARC tras las correcciones de ecualización.
Yo diría que las anomalías que ya existían siguen estando e, incluso, se han acentuado.
Eso sí, parece haber mejorado bastante la banda de "aire", que ha recuperado una bocanada de unos 6 dB.
Parece haber elevado la zona de medios-agudos o agudos, donde están los armónicos de segundo orden y la presencia de los instrumentos, por encima de la curva plana, algo que estaba bastante bien ANTES.
La respuesta en bajos parece haber perdido también.


Conclusiones

Tengo sentimientos cruzados y estoy mas "confundido" que Dinio. Por un lado, es cierto que SIENTO una clara diferencia hacia mejor. En la habitación retumbaban los bajos de una forma realmente desagradable y, ésto se ha solucionado, diría que en un 80%. La mejora es claramente perceptible, diga lo que diga el gráfico de ARC. Si dicha mejora se debe a que la banda de aire está mejor representada o no, no lo sé.

En lo que si no me cabe duda es en su eficacia contra el efecto peine y contra las excesivas reverberaciones. Aquí si he notado una clara diferencia.

¿Arregla los problemas modales?.
NO, NO y RE-NO.

Casi todas las habitaciones pequeñas sufren de modos de resonancia que acentúan las frecuencias entre 120 y 200 Hz (Hz más, Hz menos) y, está claro que los paneles estándares de absorción no son capaces de resolver este insidioso problema. Estos modos producen un sonido confuso, con bajos poco definidos, enmarañados y cansinos para la escucha.
Según todos los expertos, las trampas de bajo auténticas son la única cura.

Las trampas de bajo siguen diseños matemáticos y, conceptualmente son más complicadas. Trabajan con diafragmas, por ejemplo. No veo tan fácil hacerselas uno mismo y que den resultado.
Claro que, el precio de cada trampa de bajo es realmente escandaloso, por encima de los 400 euros y, como mínimo, son necesarias 2 trampas de bajo, situadas cerca de las esquinas.

¿Me recomiendas el kit?

Sinceramente, NO. Ni éste, ni ningún otro. Se pagan gusto y ganas. El kit ayuda con las reverberaciones y, al parecer, mejora la banda de aire pero, no es capaz de manejar los modos de la habitación, que son el otro gran problema para mezclar convenientemente.

Puesto que está claro que con material de cierta densidad se puede conseguir reducir las reflexiones cercanas, existen muchas posibilidades de conseguir dicho efecto a un coste mucho menor, haciéndotelo tu mismo. Paneles de fibra de vidrio, cortinas espesas, cualquier cosa con masa y superficie irregular que aumente la superficie de la pared en las 3D puede ayudar a controlar las reflexiones cercanas.

Sin embargo, para el problema de los modos de la habitación, parece que la única cura son las trampas de bajo y, éstas no son tan fáciles de construir. Bob Katz (y muchos otros) recomiendan las Real Trap de Mondo.
En mi honesta opinión, gástate el dinero en trampas de bajo buenas y, haz cuatro chapuzas para reducir la reverberación.